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EL MERCADO LABORAL

Para comenzar a hablar de este tema, puede ser importante ver cual es el tejido empresarial de la ciudad. En este aspecto, prácticamente, el 100% de las empresas son microempresas que suelen tener entre 0 y 9 empleados y, bastante más de la mitad, sin asalariados. Por otra parte, mayoritariamente, se encuentran inscritas bajo la condición jurídica de persona física, cerca de un 72%. A ello hay que añadir, que, aproximadamente, el 43%, ejercen su actividad en el sector servicios; el 47% en el comercio; algo más del 8% en la construcción y un 2% en la industria.

Un análisis más detallado de los sectores de producción muestra que, en la composición del sector de los servicios, el mayor porcentaje recae en la hostelería y en las actividades inmobiliarias. El comercio, segundo sector más representativo de la economía melillense, es principalmente un comercio al por menor en establecimientos especializados en alimentos, bebidas y tabaco. Por otra parte, ni el sector pesquero ni el agrícola son, prácticamente, relevantes en la ciudad.

Este tejido empresarial, junto con la Administración del  Estado y  de la Ciudad Autónoma, son los principales demandantes de trabajadores. Pero, al contrario de otros territorios peninsulares, el peso y la influencia del sector publico sobre el sector privado en el contexto económico y social de la ciudad, adquiere especial relevancia.

La tabla 2 muestra la evolución de las variables básicas del mercado de trabajo en el periodo 2000 a 2004, de la Ciudad Autónoma de Melilla.

TABLA 2. Evolución de las variables básicas del mercado de trabajo en Melilla. Medias anuales. 2.000-2004

FUENTE: Dirección General de Fondos Europeos. Aportación al Marco Estratégico Nacional de Referencia 2007-13.

Como puede observarse en la mencionada tabla las fuentes estadísticas de donde son extraídos los datos son tres, la EPA; MTAS e INEM. En este sentido, hay que advertir que los provenientes de la EPA hay que tomarlos con cierta cautela, ya que el número de encuestas que se han realizado y realizan en la ciudad son relativamente escasas, lo que implica su poca significación. De la misma forma que habría que advertir que los métodos estadísticos de contabilización del paro de este INEM, han variado y se ha pasado de un sistema a otro, (SILE/SISPE), haciendo, con el nuevo sistema, una proyección hacia años anteriores. Así, para poder hacer las comparaciones, hemos optado por el último sistema, SISPE, y nos hemos adaptado a las proyecciones, para ver el paro registrado en los años 1996; 2000 y 2004 y su evolución.

GRAFICO 19: Paro registrado en 1996, por meses

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 1996

GRAFICO 20: Hombres parados por grupo de edades en 1996

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 1996

GRAFICO 21: Mujeres paradas por grupo de edades en 1996

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 1996

GRAFICO 22: Paro registrado en el año 2000

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2000

GRAFICO 23: Hombres parados por grupo de edades, año 2000

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2000

GRAFICO 24: Mujeres paradas por grupo de edades, año 2000

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2000

GRAFICO 25: Numero de parados en el año 2004

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

GRAFICO 26: Hombres parados en el año 2004

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

GRAFICO 27: Mujeres paradas por grupo de edades en el 2004

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

En términos generales, la primera realidad con la que nos encontramos, al estudiar el mercado de trabajo de Melilla, es que a pesar de la casi igualitaria repartición de sexos en el total de la población, el número de hombres ocupados es casi el doble que el de mujeres, por lo que la tasa  de paro femenina es muy superior a la masculina.
Por otra parte, el número de demandantes de empleo es cada vez mayor, no solo por parte de aquellos que se encuentran en paro sino, también, por aquellos que quieren mejorar sus condiciones de trabajo. En este mismo orden de cosas, el mayor número de demandas de empleo suele producirse en el mes de febrero, mientras en el mes de agosto, se suele registrar el nivel más bajo.

GRAFICO 28: Paro registrado por sectores económicos

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

Por sectores económicos, teniendo en cuenta que la actividad económica se centra prioritariamente en el sector servicios y en la actualidad en la construcción, casi el 58% de los parados se encuentran en el sector servicios, mientras que un 9% se estima que en la construcción; la industria y la agricultura y pesca, ambas casi inexistentes, pues no alcanzan más que el 1% cada uno de estos sectores.
En cuanto a la demanda de empleo por sexo y edad, la mayor parte de las mujeres se encuentra entre los 25 y los 44 años; en tanto que los hombres se encuentran, fundamentalmente, entre los 16 y los 24 años y los 35 y 44 años. Un dato curioso es que en el grupo de demandantes superior a los 55 años, los hombres superan a las mujeres por un estrecho margen.

GRAFICO 29: Demandantes de empleo según sexo y grupo de edades

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

GRAFICO 30: Nivel formativo de los demandantes de empleo

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

TABLA 3: Datos Básicos por actividades en 2005

FUENTE: Elaboración propia a partir de Tendencias del mercado de trabajo 2006 del Dirección Provincial del INEM. Melilla

Uno de los mayores problemas en cuanto a los demandantes de empleo es su bajo nivel formativo. En este sentido, casi el 82,58% de los hombres y un 76,21% de las mujeres, que demandan un empleo tienen un nivel formativo inferior a la enseñanza secundaria obligatoria.
Ello lleva consigo, que las ocupaciones más demandadas en el caso de los hombres sean la de peón; jardinero; ordenanza; mozo de carga; camarero, etc. Así como, en el caso de las mujeres, sean: mozo de limpieza; peón; dependienta de comercio; pinche de cocina, etc. Este tipo de demandas varía en función de los distintos tramos de edad, en general, aunque lo que varía es la cantidad total de demandas.

TABLA 4: Datos Básicos por Ocupaciones en 2005

FUENTE: Elaboración propia a partir de Tendencias del mercado de trabajo 2006 del Dirección Provincial del INEM. Melilla

En relación al numero de contratos, éstos se han ido incrementando año tras año, excepto en el 2003, que descendió un poco con relación al año anterior. Existe un hecho cierto, que desde el mes en que se empieza a contratar sectores, a través de los Planes de Empleo, hasta que estos acaban, el número de contratos se ven fuertemente incrementados. A la finalización de estos contratos, también se incrementa el número de parados. Por ello, bien podría tratarse de una solución coyuntural y que más que una acción de inserción laboral, parece un tipo de actuación de asistencia social. Por otra parte, según los distintos sectores, hay meses en que el número de contratos se incrementa o disminuye. Así, en la construcción, los meses de mayor contratación suelen ser enero y abril.. No obstante, en este sector se encuentran grandes dificultades para cubrir algunos puestos de trabajo, como son los de escayolista, yesista, estucador, carpinteros metálicos, electricistas, etc.; mientras que en la enseñanza son en el mes de septiembre.

Como siempre, por su especial configuración económica, los sectores más dinámicos suelen ser el de servicios y el de la construcción, así como las Administraciones Públicas.
En cuanto al tipo de contrato, el que prima es el temporal, frente al indefinido en ambos sexos, sin embargo, el sexo femenino, una vez más, lleva la peor parte. Al mismo tiempo, hay que decir que algo mas del 50% de esos contratos temporales, son firmados por seis meses tan solo y que el mayor numero de contratados son mujeres.

La ocupación en la que son contratados el mayor número de hombres es la de oficial albañil, seguida de la de peón de la construcción, mozo de limpieza y camarero. En cuanto a las mujeres, en el primer lugar se encuentra el contrato de limpiadora; enfermera, empleada administrativa y auxiliar de clínica. En resumen, existe una elevada temporalidad en la mayoría de los contratos, en detrimento de los indefinidos.

Todos estos datos pueden sufrir fuertes variaciones, si son considerados en función de los distintos distritos administrativos de la ciudad y según los barrios existentes. Así mismo, puede sufrir una variación distinta si nos atemos a la composición étnica de la ciudad
Es necesario decir, que según estudios realizados por el INEM, con relación al año 2004, se llega a la conclusión de que un demandante de empleo posee un 55% de posibilidades de que sea contratado.

GRAFICO 31: Contratación temporal e indefinida

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

En cuanto a nuevos yacimientos de empleo, son tres los más importantes: el cuidado de mayores; el de discapacitados y el marketing de empresas, según un estudio de la Ciudad Autónoma, ya que el tema del turismo es incipiente.
Visto de otra forma, habría que decir, que considerando el tejido productivo de la ciudad, es decir, el gran peso del sector público y  la gran especialización del sector privado hacia los servicios comerciales, (funcionarios y comerciantes son los que copan el tejido laboral de Melilla), se pueden crear ciertas incertidumbres en cuanto a la posibilidad de encontrar empleo, si no es en el marco de una economía sumergida.

GRAFICO 32: Actividades económicas con mayor contratación

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

GRAFICO 33: Contratación en los distintos sectores de actividad

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del INEM. 2004

Si descendemos a un plano específico, tendríamos que analizar tres colectivos de la población melillense, que sufren especialmente el problema del paro: los jóvenes, las mujeres y los extranjeros.
Con relación al último de los colectivos enumerados, ya hemos señalado que los extranjeros con permiso de residencia vienen a suponer algo más del 5% de la población total de la ciudad. Del total de demandantes de empleo registrado en el INEM en Melilla, los extranjeros superan la cifra del 15%.

En lo que se refiere a su distribución por sexo, un tercio son hombres y dos tercios mujeres. El nivel de formación de estas personas es muy bajo y, con relación a la edad, se suele situar en un intervalo de entre los 25 y los 44 años; por ello, la mayoría de las ocupaciones demandadas son aquellas que no requieren calificación alguna. La mayoría de este contingente extranjero son personas pertenecientes al continente africano.

Por regla general, la mayor parte de los contratos suscritos, pertenecen al sector de la construcción y de hostelería y siendo la mayoría de ellos temporales., hecho que, en muchas ocasiones, no ocurre si los contratados proceden de la Unión Europea.

Después del colectivo de extranjeros, tenemos al colectivo de mujeres, quizás el más castigado por el paro. Este colectivo supone, aproximadamente, dos tercios de los demandantes de empleo, aproximadamente el 65,95%; normalmente comprendidas en el grupo de edades entre los 25 y los 45 años, aunque la cifra baja ligeramente cuando la consideración se hace por encima o por debajo de este grupo de edad. Sin embargo, la tendencia del paro es a aumentar.

Con relación a la formación académica, algo más del 48%, tiene estudios secundarios; un 9% son universitarias, el resto tiene un nivel de formación muy bajo.
Por otra parte, la mayor parte de los contratos efectuados pertenecen al sector servicios, un 97%. Dentro de este sector, el nivel de contratación más relevante es el del personal doméstico y el de limpieza; actividades auxiliares en el comercio y las actividades sanitarias y, también en la Administración Pública. La temporalidad en el empleo es alta y la duración de los contratos se suele mover entre el mes y los seis meses.

Las ocupaciones más demandadas, según el INEM, son las de personal de limpieza general; el de ordenanza y en los comercios; sobre todo por parte de aquellas que tienen niveles de calificación más bajos. No obstante, existen ocupaciones en las que las contrataciones de mujeres suelen superar a las de los hombres; tal es el caso de las empleadoras de hogar; peluquerías; auxiliares de enfermería y ATS.

Por último, nos queda el colectivo de los jóvenes, que también tiene especial relevancia ya que suponen el 33% de los demandantes de empleo. La mayoría de ellos se encuentra en el grupo de edad de 25 a 29 años.
En este colectivo, la tasa de demandantes de Melilla supera en el 7% a la tasa nacional; aunque, también es cierto, que la tasa de natalidad de la ciudad es de las más altas del territorio nacional. Así mismo, hay un índice importante de jóvenes extranjeros procedentes de Marruecos, que demandan empleo en la ciudad.

Como en la mayoría de los casos tratados, la demanda de empleo es superior por parte de las mujeres. En el caso de los jóvenes, el nivel de estudios, por lo general, es más elevado que en otros colectivos; aunque existe aproximadamente un 10% que no posee ningún nivel de estudios y, en este marco, los hombres son los más numerosos.

Uno de los datos significativos, en cuanto a la experiencia de trabajo, es que más del 50% de los jóvenes han tenido un empleo anterior, aunque precario; generalmente en el comercio, (época de Navidades y rebajas), con lo cual la duración del contrato no ha superado un mes en la mayor parte de los casos. Aunque aquellos con estudios superiores, suelen encontrar empleos más duraderos en el ámbito del sector servicios y en las Administraciones Públicas.

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